El ministro visitó Expoagro. Al campo le dijo que figura primero en la baja de impuestos. Dio a entender que habrá más ayuda para Bahía Blanca.
Luis Caputo fue recibido con un reconocimiento especial en una mañana gris, pero brillante, a juzgar por los negocios que se están realizando en Expoagro. Los destacó el propio ministro al resaltar los US$ 3.800 millones en solicitudes de créditos al Banco Nación, que superan lo requerido a todos los bancos el año pasado. «Es una feria récord y el año que viene será mejor», alentó el jefe de la cartera de Economía. De paso dijo que el agro está primero a la hora de decidir la baja de impuestos.
Apenas arrancó su charla, el ministro anunció que «estamos estudiando una ayuda a Bahía Blanca», y dio a entender que será más amplia que el equivalente a US$ 10 millones anunciado. Curioso, no mencionó el acuerdo con el FMI en su disertación de 15 minutos ante productores que colmaron uno de los auditorios y lo interrumpieron varias veces con sonoros aplausos.
Incluso, cuando se refirió elogiosamente a los funcionarios que lo acompañaban: el secretario de Agricultura, Sergio Iraeta y a Juan Pazo, el jefe de la flamante ARCA, a quien el ministro llamó «Juancito», en lo que se leyó como un respaldo justo cuando hay cuestionamientos al accionar de ARCA.
Antes de su exposición, Clarín le preguntó si le preocupaba el clima de incertidumbre global que reina al compás de la guerra de aranceles que lanzó Donald Trump. «Antes cuando el mundo se resfriaba, Argentina sufría una fuerte gripe.
Estamos atentos, el mundo tiene problemas pero nosotros tenemos un fuerte superávit y la macro ordenada, algo que nunca tuvimos.
No me preocupa, estamos bien».
Caputo, que terminó su discurso con un «vamos por todo», recordando a una frase de Cristina Kirchner, llamó a no olvidar de dónde venimos. «Argentina no puede ser Suiza en 12 meses. Vamos a estar mucho mejor. Estamos en el centro de un cambio histórico. Es un cambio en la cultura de la gente que valora la recuperación de la estabilidad y la previsibilidad».
Habló de su especial relación con el Presidente, al señalar que es » la mejor que un ministro de Economía puede haber tenido en la historia». El ministro llegó acompañado por Federico Furiase, uno de sus bastiones, y en primera fila lo escuchaban autoridades de Expoagro y dirigentes ruralistas, entre tantos. Aquí las partes salientes de su exposición: ?»Cuando asumimos había problemas con el clima, teníamos problemas con el precio de los commodities Teníamos y seguimos teniendo problemas con las retenciones, pero ahora las bajamos. Entre la mejora del tiempo, particularmente en la zona núcleo, un poco en el precio de los commodities y el esfuerzo que nosotros pudimos hacer en lo fiscal para poder bajarles al menos un 20% las retenciones en los cultivos principales, creo que se ha ayudado en esta cosecha.
?»Los llamo a no perder la perspectiva.
También a valorar el cambio de rumbo. Cuando digo no perder la perspectiva es porque tenemos que recordar dónde estábamos hace un año, en particular en el campo.
No se podía planificar absolutamente nada. No se sabía lo que iba a pasar al día siguiente. Teníamos una brecha del 200%, no se podía importar, la inflación corría al 1,5% diario. Había una deuda con importadores de más de 40 mil millones de dólares. Realmente la incertidumbre era total Creo que hoy estamos literalmente en otro país.
Ahora, típicamente a veces pasa que cuando las cosas mejoran tan rápidamente, se tiene a subestimarlas. Y un poco queremos ser Suiza el día siguiente. No se corrigen 120 años de desmanejo y 20 de desastres en un año. Valoremos el cambio de rumbo.
?»Vivíamos la peor situación económica argentina de la historia y estábamos yendo por el rumbo incorrecto, a estrellarnos directamente.
Ahora lo que se hizo parece fácil pero si fuese fácil se hubiera hecho antes. Y si no se hizo en 120 años. No era tan fácil. Y por eso hoy es tan valorado lo que hemos hecho aquí y en el mundo.
?»La mayor garantía es que no nos vamos a desviar de este rumbo. Y en esto destaco siempre la figura presidencial. El presidente me deja realmente tranquilo».
