Comienza la cuenta regresiva. Mientras organizadores y expositores ultiman detalles, hombres y mujeres de Argentina y el mundo comienzan a planificar su visita a Expoagro 2020 edición YPF Agro.
A tres días de concretarse una nueva edición de la Capital Nacional de los Agronegocios, miles de argentinos y extranjeros empiezan a planear su visita y recorrido a la mayor muestra agroindustrial a cielo abierto de la región. Para muchos es una novedad, para otros una cita obligada, para quienes viajan miles de kilómetros se convierte en un paseo. Pero para todos es una gran experiencia.
En primera persona Cada vez que llega marzo, recorre más de 1.000 km para acercarse al predio ferial y autódromo de San Nicolás, ver lo último en maquinaria y tecnología para el agro. Carla Fortuny es ingeniera agrónoma, oriunda de Salta «La Linda”. Recuerda que la primera vez que pisó Expoagro fae en 2008, cuando era estudiante universitaria; luego fue tres veces más, cuando se hizo en Baradero y dos en su actual sede estable: predio ferial y autódromo de San Nicolás.
Más allá de la gran vidriera estática y dinámica que ofrece la expo, la salteña resalta el valor del encuentro. «Siempre me encuentro con personas que hace mucho tiempo no veo. En el norte estamos lejos; acercarse a la zona núcleo suma diferentes miradas y espacios de diálogo”, rescató. El año pasado en los pasillos de la muestra se encontró con «conocidos” -como dicen en el interior- de Santiago del Estero, La Pampa y Corrientes.
En este sentido, Maximiliano Torresi es uno de los miles de productores que en la edición 2019 concretaron negocios en el marco de la megamuestra. «Participo casi todos los años porque nos sirve para tomar contacto con los proveedores y ver nuevas tecnologías, dado que Expoagro se da en un momento, en cual las empresas presentan productos y realizan lanzamientos”, comentó.
Torresi vive en Cañada de Gómez, una ciudad ubicada al sur de la provincia de Santa Fe, y allí se desempeña como gerente de la empresa familiar Agroproducciones Torresi SRL. En la última edición de la Capital Nacional de los Agronegocios, obnubilados entre equipos y fierros del agro, regresaron a su localidad con nueva maquinaria.
«Somos apasionados por el campo, nos gusta estar en contacto con la gente y aprovechar esa oportunidad para charlar y arrancar nuevos negocios”, dijo muy entusiasmando Torresi, el mayor de tres hermanos, y enfatizó: «Expoagro nos permite fortalecer el vínculo, compartir de otra manera, y a eso le doy mucha importancia, conocernos es importante”.
La Capital Nacional de los Agronegocios no distingue edades, es muy visitada por niños, adultos, y jóvenes, tal es el caso del nicoleño Franco Negro.
Franco estudia Ingeniería agronómica en la Universidad Nacional de Rosario, y la pasión por el campo hace que hoy lleve adelante la actividad agrícola y porcina junto a su familia. Cada año, con sus amigos de San Nicolás y compañeros de la carrera, se hace un tiempo para visitar la exposición. «Nos gusta ver las innovaciones que se exhiben: drone, app, maquinaria agrícola y agricultura de precisión tanto para el sistema de producción agrícola como animal”, dijo el nicoleño.
Otros de los sectores que atraen la atención son los «plots”. «Nos interesa ver los últimos en tecnología aplicada a semillas”. Roxana Marconi es productora agrícola- ganadera, vive en Villa Ramallo, se ha convertido en una vecina de la Capital Nacional de los Agronegocios y tiene asistencia perfecta desde sus comienzos. «Desde aquel momento siempre estuve presente, nunca existieron distancias ni localidades”, aseguró. Respecto a su experiencia, comentó: «Visito la muestra porque allí me reencuentro con colegas y referentes del ámbito agrícola y, desde hace unos años, también ganadero. Disfruto y aprendo de todas las dinámicas, de las charlas que aportan herramientas para mejorar nuestro negocio y adquirir conocimientos, como también el agregado de nuevas tecnologías y vínculos empresarios”.
Este año, como todos los anteriores, Roxy volverá a Expoagro con grandes expectativas.
«De la auténtica muestra a campo abierto siempre se obtienen experiencias positivas. Siempre generan entusiasmo y curiosidad.
La muestra agroindustrial se ha convertido en un gran recorrido para más de 2.500 visitantes de todo el mundo. Pablo Aguerre junto a su esposa María Martirena son algunos de los extranjeros fanáticos de la expo que abandonan Uruguay por unos días para visitarla Capital Nacional de los Agronegocios. Aguerre es ingeniero agrónomo y contratista de servicios de maquinaria agrícola, y Martirena es química farmacéutica de profesión y trabaja en un laboratorio de control ambiental. «Fuimos varias veces a la muestra junto a María; nos interesa conocer las nuevas máquinas y verlas en movimiento. Por supuesto que este año volveremos”.
Todos, visitantes y expositores, se preparan para dar el primer gran paso en la toma de decisiones para el 2020.
