Una vez más, San Nicolás convocó a un sector que con trabajo colaborativo puede atraer inversiones.
Los emprendedores y empresarios del rubro AgTech saben que Expoagro es una cita ineludible de cada año.
Es allí donde pueden encontrar, todas juntas, las tendencias y necesidades de la producción, y hablar con productores, contratistas y potenciales inversores para afinar sus desarrollos a medida del mercado.
“El nivel de «venture capital» (capital de riesgo) está creciendo a pasos agigantados en el mundo y el AgTech está recibiendo mucho de ese crecimiento”.
explicó en diálogo con Clarín Rural Ana Galiano, decana de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral Durante la muestra de San Nicolás, Galiano participó junto a otros actores de ese ecosistema incipiente en un panel dedicado a pensar cuáles son las oportunidades y desafíos que se presentan para las startups argentinas.
“Nos falta aprender a trabajar más colaborativamente. En Estados Unidos hay mucha tradición en ese sentido, las compañías son socias estratégicas de las universidades para el desarrollo de proyectos de investigación, y eso acá no está tan desarrollado”, dijo.
Otro de los participantes del panel fue Tomás Peña, director para Latinoamérica de un fondo que busca oportunidades de inversión en empresas de tecnología para el agro: “Hay que ayudar a los emprendedores a tener asociaciones, instituciones, medios ayudándolos, que haya reglas de entendimiento y que los propios productores agropecuarios digan qué es lo que necesitan”, dijo, y detalló que su empresa tiene mapeadas más de 600 empresas AgTech en toda Latinoamérica.
“Creemos que pasando el tamiz fino, habrá unas cien que son escalables y unas 50 más listas. Lo que sí se está viendo es que cada vez hay más talento acercándose al mercado. La clave para cualquier empresa AgTech es el equipo, si es bueno se va a adaptar a los cambios del mercado y a las distintas necesidades. La sensación es que hay mucho talento”, remarcó.
Y Galiano insistió: “Necesitamos tener un ecosistema consolidado para contener al emprendedor, crearle mejores condiciones, un contexto más favorable… Si una startup está rodeada de una universidad, de una Bolsa de Comercio, de un polo tecnológico y de un sector público que están pensando en él y en sus necesidades, tiene menor riesgo, y eso le debería dar mayor acceso al financiamiento”.
Según la decana de la Austral, existe una brecha entre las startups que necesitan capitales semilla, que muchas veces se financian con amigos y familiares o con concursos de aceleradoras, y las empresas que ya están en condiciones de escalar y que acceden a capitales mucho más grandes, como puede ser el caso de Bioceres, que acaba de obtener financiamiento por 42,5 millones de dólares.
“En ese rango de empresas que necesitan inversiones de 3 millones de dólares -pequeñas para el mercado estadounidense pero grandes para el nuestro- hay un gap”, comentó.
Respecto a las tendencias que se observan en el sector AgTech, Peña afirma que “se va hacia modelos de apps que se integran en plataformas más grandes en las que haya inteligencia artificial, blockchain, internet de las cosas, algún tipo de tecnología de punta…”. “Pero creo que al final del día la que manda es la inteligencia artificial, sintetizar el conocimiento digital e integrarlo en plataformas que puedan generar valor”, dice, y añade que en el AgTech se enmarca toda la innovación biotecnológica para el agro. “En el fondo, es el negocio mismo del agro. El AgTech podría ser FinTech (tecnologías de financiamiento), podría ser nanotecnología, pero en el fondo es la disrupción del agro, y ahí lo más importante es ver quiénes son los agentes de cambio”.
Al respecto, Peña dice que hoy los agentes de cambio son los emprendedores, “que están muy mapeados”, y no tanto las corporaciones. Y, por supuesto, los productores, que tienen que salir a plantear cuáles son sus necesidades.
“Creo que el productor podría liderar el ecosistema, tiene la capacidad y el conocimiento, tiene que aprender muy poco, es una cuestión actitudinal. Más allá de sus problemas, hay una oportunidad de captura de valor muy importante que es la de la inversión a través de las startups”, asegura.
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CERTAMEN
Una mirada extranjera sobre el talento local
Una sana competencia es fundamental para que los ecosistemas evolucionen. Es lo que sucede en el ámbito de las AgTech locales, donde cientos de compañías de diversas naturalezas intentan destacarse y atraer inversiones para crecer.
Un hito de este fenómeno sucedió en Expoagro. Una empresa local que aprovecha la información satelital y la tecnología digital para hacer más eficiente la agricultura ganó la Primera Competencia para compañías start-ups y scale-ups argentinas del ámbito Agri-Tech organizada por la embajada del Reino Unido en la Argentina, de la que participaron 28 proyectos.
Se trata de Auravant, que en la recta final le sacó una ventaja mínima a Carnes Validadas, Gbot, Michroma Corporation y ZoomAgri.
“Con Auravant ya habíamos iniciado el proceso de internacionalización hacia Europa y vemos al Reino Unido como nuestro paso lógico para internacionalizarnos del resto del mundo”, comentó con orgullo Leandro Sabignoso, CEO de Auravant.
El ganador recibió como premios un viaje al Reino Unido y una invitación a uno de los cuatro centros de innovación especializados de Innovate UK.
Los encargados de seleccionar al ganador fueron Ian Cox y Julie Gray, dos especialistas en innovación aplicada al sector agrario, especialmente invitados a la muestra de San Nicolás por el embajador británico, Mark Kent. “Estoy muy entusiasmado por ver cómo los productores argentinos están adoptando la agricultura de precisión, es sorprendente ver a los productores invirtiendo en tecnología”, afirmó Cox.
En el aire. Sintetizar el conocimiento digital y volcarlo a plataformas que puedan agregar valor es el desafío.