En un artículo anterior les comentaba que caminando por las calles de esta mega muestra del campo argentino, se vislumbraba una fuerte apuesta de empresas comerciales e industriales para brindarles a los productores las herramientas necesarias para su desarrollo productivo. Ya sea herramientas en máquinas e implementos, como en recursos técnicos para enriquecer su conocimiento. De esta forma transcurrieron los dos primeros días, martes y miércoles, pero el jueves los principales directivos y ejecutivos de las empresas comprometidas con el desafío en cuestión, se vieron desbordadas con la visita incesante de los hombres del campo. No era para menos. Las empresas habían sido informadas que los bancos oficiales, Nación y Provincia, y algunos privados, estaban disponiendo de líneas de crédito muy especiales y ventajosas .
Fue una rutina llegar a un stand para concretar una entrevista periodística ya pactada el día anterior y recibir la disculpa del directivo diciendo » aguantáme porque me tengo que ir a hablar con el gerente del banco». Hacia el final del día uno de esos directivos nos llegó a comentar que había sido la mejor expo de los últimos años. Que tal.
Más allá de la suspensión de la última jornada, el día de hoy viernes, debido a las medidas adoptadas para intentar prevenir el avance del coronavirus. Repito entonces una expresión escrita el miércoles, que Expoagro es una enorme vidriera de la iniciativa empresaria y que algún gobierno de turno tendrá que darse cuenta que el campo puede transformarse en el gran mercado mundial, abasteciendo en particular a los países asiáticos en pleno cambio de dieta alimentaria. Y por supuesto, a través de esas exportaciones ingresar las divisas necesarias para empujar a nuestra querida Argentina a un crecimiento económico y social tan deseado. Ojalá. En la foto superior: Sonia Bardas , Rolando Fernandez , Marcos Sparapani y Emanuel Goicoechea, en el stand de Arg MetalEn la foto inferior: Mario Astiz y Matias Ramos. Representantes de Pulverizadores