El Ruas 160, desarrollado por las firmas Cicaré y Marinelli, junto con el Invap, fue un punto de atracción en Expoagro
SAN NICOLÁS.– Expoagro edición YPF Agro es el escenario en el que muchas empresas muestran la última tecnología para el campo. Hace cuatro meses, la empresa Cicaré, en conjunto con la firma Marinelli, decidieron asociarse al Invap con el fin de desarrollar un prototipo de helicóptero autónomo para poder potenciar los cultivos agrícolas a través de la aplicación de fitosanitarios desde la aeronave.
Juan Manuel Cicaré es el segundo hijo de Augusto Cicaré, que fabrica helicópteros desde 1995 en Saladillo, y que actualmente preside la compañía familiar. En 2003, cuando debía presentar su tesis de grado de la carrera de agronomía, Juan Manuel pensó en una idea estratégica para las aplicaciones en cultivos. Fue gracias a la invención y al talento de su padre que unos años más tarde fabricaron Ásteri, un helicóptero entonces tripulado.
“En noviembre de 2019 nos asociamos con el Invap y Marinelli para perfeccionar el prototipo y para volverlo autónomo. El Invap es quien tiene la tecnología adecuada para ejecutarlo”, dijo Cicaré. El helicóptero tiene dos finalidades: es aplicador de fitosanitarios y también podría adaptarse como equipo de rescate y generar imágenes de mapeo.
Entre los cultivos en los que se realizaron pruebas de aplicación fitosanitaria están la soja y la caña de azúcar, entre otros. “En 2008 nos fuimos a Jujuy para hacer aplicaciones en caña de azúcar, basados en la experiencia que tuvimos en 2003 y obtuvimos óptimos resultados. Con este prototipo se pueden bajar los costos operativos con gran selectividad”, agregó. Cicaré aseguró que “más allá de la pasión por el agro, siempre vi la posibilidad de vincular las dos pasiones: la empresa familiar y los desarrollos del helicóptero con el agro. Ahí me puse como meta concretarla. Esto para mí es un sueño”.
En su momento, al helicóptero tripulado y salido de la serie de Cicaré pudieron adaptarle un sistema de aplicación aérea con un tanque de 80 litros de capacidad. “La tesis fue un puntapié inicial para este proyecto. Toda mi familia me apoyó y eso hizo que hoy estemos presentando el Ruas 160 (ese es el nombre del helicóptero autónomo)”, afirmó. Con el uso del prototipo se busca bajar costos en consumo y reducir el impacto ambiental.
Según recordó, en su momento Ásteri también nació con el interés de defensa y seguridad, ya que la aeronave puede ser equipada para búsqueda y rescate de personas y podría facilitar las tareas de defensa civil. “Con este helicóptero se puede hacer traslado de órganos, búsqueda y rescate, detección y control temprano de incendio. También, el control de fronteras marítimas y terrestres con cámaras que nos provee el Invap”, contó el empresario.
Invap aporta el software de vuelo, telemetría, sensores y la estación terrena. En los casos en los que el helicóptero esté destinado a la búsqueda y rescate, la plataforma será distinta ya que sufrirá una adaptación acorde a las necesidades y exigencias.
Tiene una capacidad de carga útil de 80 kilos y puede cubrir hasta
40 hectáreas por cada vuelo. El helicóptero también está capacitado para hacer hasta 5000 hectáreas de búsqueda o captación de imágenes aéreas. La aeronave puede alcanzar una velocidad de hasta 150 kilómetros por hora, explicó. “Ásteri tiene la capacidad de volver al punto de partida una vez que detecta la autonomía de vuelo (cantidad de combustible y horas de vuelo)”, sostuvo Cicaré. En cultivos extensivos, donde ya se conoce su funcionamiento, la aeronave trabaja en un rango de
70 y 100 kilómetros por hora. En los últimos meses las empresas junto con el Invap solicitaron los permisos para operar vuelos en el marco regulatorio de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). “Como estamos en la fase de desarrollo del prototipo vamos a trabajar de la mano con la ANAC para conocer los espacios en los que puede operar la máquina”, dijo el empresario.