Al menos dos de las históricas pymes nacionales avanzaron por esa vía para ganar independencia frente a los bancos. Expectativas en el sector por un modesto crecimiento de las ventas en 2020
Cansadas de los dolores de cabeza en su relación con los bancos, las pymes del sector agrícola comenzaron a resolver por sí mismas la financiación de sus ventas. Lo hicieron a través de la creación de estructuras crediticias ad hoc. La primera en hacerlo fue Crucianelli -que en 2019 lanzó la firma Raíz- y este año se sumó la fábrica de sembradores Apache.
La autofinanciación no es un fenómeno nuevo en la maquinaria agrícola. Multinacionales como John Deere y Agco tienen estructuras crediticias propias desde hace muchos tiempo. Tampoco es un fenómeno exclusivo del sector, ya que puede verse también en otros rubros como autos o construcción.
“El cliente busca una solución integral. Se siente más cómodo si la misma empresa que le provee la maquinaria puede brindarle la solución financiera”, contó Fabiana Trobbiani, gerente general de Apache, que meses atrás puso en marcha A Futuro, una unidad de negocios destinada a tal fin.
Las novedades se dan en un 2020 donde los bancos regresaron a jugar un papel fuerte después de algunos períodos en los que prácticamente se habían retirado del mercado. La vuelta de las entidades financieras al agro es saludada por la Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Caima), que a través de su presidente Néstor Cestari indicó que el puntapié inicial para esa carrera se dio en la última edición de Expoagro.
Más allá de ello, las iniciativas vinculadas a la auto financiación vienen arrojando buenos resultados. Al menos así lo entiende Adrián Tittarelli, gerente de Finanzas de Crucianelli, que en 2019 lanzó Raíz, la primera compañía nacional dedicada 100% a la financiación de maquinaria agrícola. “El desempeño superó las expectativas. Teníamos como meta financiar un tercio de las operaciones a través de ese canal y en un año ya logramos un porcentaje cercano al 40%”, dijo.
Al momento de pensar Raíz, en Crucianelli tenían claro cuál era el objetivo: favorecer el fi- nanciamiento para la compra de máquinas de la marca, otorgando condiciones preferen- ciales respecto a la banca tradicional, facilitando el acceso y adaptando los plazos y modalidades de pago de acuerdo a las necesidades de productos y contratistas. A través de esta línea, la firma brinda planes a 36 meses en pesos y dólares, o 24 cuotas con canje de cereal.
En el caso de Apache, su unidad A Futuro funciona más como una agencia de intermediación que como una financiera global: “En una primera etapa lo que estamos haciendo es hacer de nexo entre el productor y el mercado de valores. Nos encargamos de acercar las partes, para que a través de los instrumentos que hoy están disponibles en la Bolsa, se puedan hacer las gestiones y así accedan a los productos de la empresa”, indicó Trobbiani.
En una siguiente fase, Apache plantea la independización absoluta de esa unidad, siguiendo el camino que inició Crucianelli. “Lo entendíamos como una necesidad. El cliente busca la sembradora, pero también en el servicio y en la forma de acceder a la máquina”, dijo Marcos Torrealdy, gerente comercial de Crucianelli.
La decisión de lanzarse con financieras propias se da en un marco de moderado optimismo en el sector de maquinaria agrícola, que había visto con buenos ojos la política de reducción de tasas del gobierno nacional y una mayor visión “industrialista” por parte de los ocupantes de Casa Rosada.
En el último informe difundido a la prensa, Cafma destacó que las ventas en el mercado interno crecieron 5% en el sector durante el segundo trimestre del año, hecho que vinculó a que el rubro agropecuario no frenó su actividad en medio de la cuarentena puesta en marcha el 20 de marzo pasado.
“Las expectativas que teníamos al principio eran totalmente negativas y ahora estamos contentos porque pensábamos que se nos venía la noche”, dijo Cestari a Télam, para luego agregar que “el productor fue el único que trabajó y al no poder invertir en dólares o cualquier otro bien, se actualizó en la parte de maquinaria agrícola, que por ahí estaba relegada de años atrás”.
El cliente se siente más cómodo si la misma empresa que le provee la maquinaria le brinda una solución financiera
“El desempeño superó las expectativas. En un año ya logramos un porcentaje cercano al 40%”, dijo Tittarelli
