Los líderes de La Libertad Avanza y de Pro postergan la negociación a la espera de cómo decante la crisis económica y política; el expresidente rearma su partido para negociarNi Javier Milei ni Mauricio Macri muestran apuro para definir si La Libertad Avanza y Pro confluirán en un mismo proyecto político en las elecciones de mitad de mandato del año próximo. Mientras el Presidente centra sus expectativas en aplicar sus recetas de ajuste para bajar la inflación y conseguir apoyos legislativos para poner en marcha las reformas, Macri se dedica a reorganizar su partido. A su tropa le bajó una orden: cooperar con los libertarios para reflotar la ley ómnibus o construir el Pacto de Mayo y postergar los planes de integración.
Hasta junio o julio, dicen cerca del expresidente, no habría “ningún avance concreto” en ese sentido.
Pese a que considera que Pro es el aliado natural de los libertarios, Milei envía señales de que no tiene prisa para discutir las condiciones de una eventual integración. Quienes lo conocen deslizan que el jefe del Estado hace hincapié en que la construcción de una alianza con Macri y Patricia Bullrich, a quien destaca ante sus interlocutores, debe darse de forma progresiva.
Antes que pensar en el armado de 2025, Milei se enfoca en su batalla contra la crisis económica. Aspira a llegar a mitad de año con una inflación de un dígito y aferrarse a su popularidad para sortear los meses que se aventuran más duros para la ciudadanía por la recesión.
En la intimidad, Milei transmite ante jefes de Pro que si su fórmula para cambiar de raíz la economía comienza a dar resultados a partir de este año, se abrirá una oportunidad política para ampliar la base electoral y el sustento legislativo de la nueva derecha. Sabe que en las elecciones del año próximo tendrá la chance de sumar diputados y senadores y construir un colchón de apoyos a sus reformas. Un aspecto crucial para disipar las dudas sobre la gobernabilidad al Fondo Monetario Internacional (FMI), los mercados y potenciales inversores.
Si su apuesta resulta exitosa, Milei estará más empoderado a la hora de negociar con Macri el pliego de condiciones para reeditar el Pacto de Acassuso y manejará la lapicera en el armado de las listas. En los despachos oficiales vislumbran que Pro podría ser “furgón de cola” de LLA, como le ocurrió a la UCR, a partir de 2015, por el ascenso del macrismo. Por el contrario, ante un eventual traspié político o económico de la gestión de Milei, especulan en Pro, Macri tendrá mayor incidencia. Por eso, busca tener el anclaje del partido para negociar.
“Después de la elección general, Milei vino al pie de Mauricio. Entre ellos están bien, pero por ahora no hay affectio societatis entre LLA y Pro”, sostiene un hombre de confianza de Macri. En el macrismo apuntan contra Nicolás Posse, a quien acusan de vetar las propuestas del fundador de Pro, desde designaciones hasta sugerencias para la gestión.
Quienes hablaron con Macri durante los últimos días sospechan que se ve con Milei más de lo que trasciende. En uno de sus últimos cónclaves con jefes de Pro del interior contó una anécdota que sorprendió a sus interlocutores: comentó que el Presidente aún no compró muebles para vivir en la quinta de Olivos. “Vive sin nada”, retrató. En su entorno niegan que se hayan reunido, pero repiten que hay intercambios frecuentes de mensajes o llamadas.
Durante su paso por Rosario y Expoagro, el expresidente instó a los jefes de Pro a colaborar para que Milei cuente con los instrumentos para gobernar. “Salgan del medio; hay que darle las delegaciones y que se pelee él con la gente. No tiene miedo a pagar costos”, les recomendó. Macri analiza a Milei como una rara avis política: lo admira por animarse al “shock” y tomar medidas drásticas para cambiar el rumbo. “Cree en Milei; y dice que va a fondo porque no tiene un proyecto político a largo plazo”, retrata un referente de Pro que lo visitó.
Macri pide a los suyos cooperar con Milei, pero insiste en que deben cuidar la identidad de Pro.
Intentará mostrar renovación y un partido con ideas liberales, sin extremismos.
“Cree que en 2025 un 60% del electorado podría ser de LLA y de Pro si a Milei le va bien”, retrata un dirigente que se reunió con él.
Mientras administra sin prisa su acercamiento a Pro, Milei le encargó a Eduardo “Lule” Menem, un operador todoterreno en el esquema libertario, el armado de la estructura partidaria de La Libertad Avanza a nivel nacional. Milei llegó al poder sin poder territorial: su fuerza no tiene gobernadores ni intendentes.
Para los libertarios, esa carencia representó un activo por la ola de hartazgo. Milei suele ufanarse de que derrotó a las dos grandes coaliciones que peleaban por el poder sin contar con los “fierros” ni la capilaridad de los partidos tradicionales.
Por eso, los estrategas del Presidente priorizan el cuidado de la imagen de Milei y la esencia del partido –el guardián de la identidad es Santiago Caputo–. No obstante, aspiran a mejorar la organización a nivel nacional.
Lule Menem, dicen fuentes de LLA, se ocupa por ahora de diseñar la estructura jurídica del partido en todas las provincias. Esa era una falencia de Milei en las últimas elecciones. De hecho, no presentó candidatos locales en varios comicios distritales o necesitó el sello de otros partidos. “Necesitamos organización jurídica. Tenemos que armar el país y la provincia de Buenos Aires, donde confluyen los intereses de toda la política nacional”, reconoce un referente de LLA que tiene acceso diario a los despachos de la Casa Rosada.
El rompecabezas bonaerense Los libertarios admiten que tienen el desafío de fortalecerse en Buenos Aires, el bastión de Axel Kicillof y del kirchnerismo de cara a 2025. Sin un líder en el territorio –Carolina Píparo se distanció tras el desplante por su fallida designación en la Anses–, los encargados de articular con Pro son Sebastián Pareja, a cargo de la Secretaría de Integración Socio Urbana, y Nahuel Sotelo, jefe de bloque de LLA en la Legislatura bonaerense. Guillermo Francos, ministro del Interior, también intercede en esas conversaciones.
Ellos se encargaron en los últimos días de tender puentes, sobre todo con intendentes de Pro, como Diego Valenzuela (Tres de Febrero), que luce ahora alineado con Bullrich en la galaxia amarilla, o Guillermo Montenegro (General Pueyrredón).
Tanto libertarios como macristas admiten que conviven bajo un mismo paraguas programático.
Además, consideran que comparten la base electoral que aspiran a representar. Pero los líderes de LLA –e incluso los popes de Pro– saben que Milei desplazó a JxC como la principal alternativa al kirchnerismo.
“La integración va a depender de la evolución del Gobierno y de la economía. El voto marcó el cambio: compartimos la mirada y las ideas. Y eso puede tener un correlato electoral si a Milei le va bien”, remarca uno de los jefes municipales de Pro.
Hay referentes bonaerenses de Pro que apuestan a sumar también a la UCR en Buenos Aires, sobre todo, al grupo de Maximiliano Abad, que apoyó a Bullrich en las PASO.
Sería una alianza contra natura, por el desprecio de Milei a los radicales, pero confían en juntar las partes del rompecabezas del extinto JxC para derrotar el kirchnerismo en Buenos Aires.
Milei aseguró esta semana que la integración con Pro se dará de forma “natural”. Fue uno de los temas que abordaron en el almuerzo que compartió en la Casa Rosada con Cristian Ritondo, jefe de bloque de Pro en Diputados. Hace quince días, el Presidente recibió a Valenzuela en Olivos para dialogar sobre el rumbo económico y la nueva configuración política. Milei dio pistas de que está dispuesto a llegar a un entendimiento, pero su objetivo es encarrilar la economía y evitar que el efecto de la recesión frustre las expectativas populares y erosione su imagen en las encuestas.
Al igual que Ritondo, Diego Santilli estrecha lazos con Milei. Se muestra alineado con el Gobierno –cree que es el pedido del electorado de JxC– y anhela confluir en las legislativas o en 2027, para pelear por la sucesión de Kicillof y desbancar al kirchnerismo de Buenos Aires.
Los arquitectos libertarios en Buenos Aires también piensan en pasar el otoño. Vislumbran que atravesarán los meses más complicados por el impacto del ajuste, sobre todo en el conurbano. Últimamente activan recorridas por la tercera sección para medir la temperatura social. En ese territorio, LLA ya cerró filas con el senador Joaquín de la Torre, cacique de San Miguel, donde gobierna su ladero Jaime Méndez. En sintonía con Bullrich, De la Torre ya juega a fondo con Milei. De hecho, el diputado Juan José Esper ya se sumó al bloque libertario que conduce Sotelo, tras la ruptura que impulsó el sector de Carlos Kikuchi, exarmador de Milei.
El “pacto de Acassuso” entre Milei, Macri y Bullrich, antes del balotaje en 2023