La tendencia, que empezó el año pasado, se terminó consolidando por la estabilidad económica, según dijeron en los principales bancos; la ganadería se mantiene en pesos
Pilar Vázquez
LA NACION
Desde el año pasado, el sector agropecuario atraviesa un cambio en su forma de financiamiento. Los productores están cada vez más inclinados a tomar créditos en dólares, una situación que ya había llamado la atención en Expoagro 2024y que, según los bancos, se consolidó a lo largo justamente del último año.
Actualmente, la mayoría de los créditos otorgados al agro son en moneda estadounidense y, en algunos casos, representan hasta el 80% del total. Y, dado que falta menos para Expoagro 2025, que se hará del 11 al 14 del mes próximo, un momento clave para las entidades financieras, estas prevén que esta preferencia continuará en ascenso, impulsada por factores como la estabilidad cambiaría, la menor regulación en el mercado y el aumento de los depósitos en dólares tras programas de blanqueo de capitales.
Nicolás Low, gerente de Agro- negocios de Santander Argentina, confirmó el giro en la demanda de financiamiento: «Desde el segundo semestre, diría que pesos ya no nos demandan más y, a partir de ahí, el financiamiento que más estamos dando es en dólares para el productor agropecuario».
Según el ejecutivo, este cambio responde a la dinámica propia del mercado y al perfil del sector. «Por la dinámica del mercado y dado que es un sector generador de dólares, el financiamiento del agro se volcó en un 80% a dólares», explicó.
Hasta2022, los productores aprovecharon la liquidez en pesos y las tasas subsidiadas para adquirir insumos dolarizados. «Venimos de dos años en los que el productor nos demandaba muchos pesos porque había un nivel de liquidez enorme en el sistema financiero y los bancos teníamos mucho interés en prestarlo», recordó Low. En ese contexto, endeudarse en pesos resultaba conveniente para el productor, ya que esperaba que su deuda se licuara con una eventual devaluación. «Los más sofisticados incluso tomaban herramientas en el mercado de venta de dólar futuro», agregó.
Sin embargo, la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, en diciembre de 2023, marcó un punto de inflexión. En ese sentido, indicó Low, la fuerte devaluación del tipo de cambio elevó las tasas en pesos, aunque luego comenzaron a descender acompañando el proceso de desinflación. A esto se sumó una caída en las expectativas de devaluación, ya que el tipo de cambio había dado un salto discreto.
Otro factor importante fue el incremento de los depósitos en dólares en el sistema financiero, impulsado por programas de blanqueo de capitales. «Con el blanqueo de capitales, los depósitos en dólares en el sistema financiero crecieron mucho. Estamos hablando de un nivel de depósitos de US$30.000 millones, un número muy elevado, cerca de máximos históricos», detalló Low.
Este aumento permitió a los bancos ofrecer tasas más competitivas en dólares, favoreciendo a un sector que genera divisas. «Las tasas
en pesos lucen elevadas. Ante una tasa en pesos alta y una devaluación esperada baja, los productores optan por financiamiento en dólares a una tasa que, desde nuestro punto de vista, es bastante buena para el sector», afirmó.
Hernán Busch, gerente de Agro- negocios en Banco Galicia, coincidió en que «más de la mitad» del financiamiento que otorgan actualmente es en dólares.
El 2024 fue un año de recuperación en la demanda de crédito, aunque las decisiones se tomaron con cautela. «Fue un año lento en la toma de decisiones, pero la demanda de crédito creció a lo largo del año. En algunos momentos se tomó más financiamiento en pesos y en otros más en dólares, pero en el balance general, la tendencia se inclinó hacia la moneda estadounidense», explicó Busch. El financiamiento en dólares se concentró principalmente en la actividad agrícola, mientras que en el sector ganadero se siguieron tomando líneas en pesos. «La ganadería no se financia tradicionalmente en dólares, por lo que en este segmento la demanda de pesos se mantiene», agregó Busch.
A lo largo del año, el financia- miento se otorgó de manera progresiva, sin picos abruptos. «No hubo un boom de compras en un solo momento, sino que el finan- ciamiento se fue concretando sobre los períodos de compra y aplicación de insumos. Hubo un pico en mayo, vinculado con la siembra de trigo, y luego hasta la gruesa el movimiento fue estable», señaló Busch.
En términos generales, hubo un crecimiento en la toma de financia- miento en términos reales. La mayor parte de los fondos se destinó a la compra de insumos y gastos generales, siendo este el segmento con mayor expansión.
En cuanto a la compra de maquinaria
agrícola, el sector mostró una leve reactivación respecto al año anterior, aunque todavía está lejos de los niveles previos a la sequía. «Se empezó a notar una recuperación, aunque aún no alcanzamos los niveles de años anteriores», afirmó Busch.
Expoagro 2025 será clave para medir la evolución del financia- miento en el agro. Según Busch, el evento llega en un contexto de mayor estabilidad macroeconómica y climática, lo que mejora el ánimo del productor. «El clima y los mercados se han acomodado, lo que mejoró mucho el humor del productor. Esto siempre es positivo a la hora de pensar en inversiones futuras», aseguró.
Gustavo González, gerente de Banca Agropecuaria de Banco Provincia, también confirmó la tendencia: «Desde mediados del semestre pasado, en octubre y noviembre, el sector lo que estuvo buscando, o lo que buscó preferentemente, fueron líneas de financiamiento destinadas al capital de trabajo o al capital operativo. Preferentemente, se volcó a solicitar financiamiento en moneda extranjera, es decir, en dólares». Y agregó: «ha disminuido el interés por créditos en pesos», agregó.
Según el ejecutivo, desde noviembre y diciembre el crédito de inversión, destinado a la compra o renovación de maquinarias y otros
elementos, entró en stand-by, ya que muchos productores están esperando la muestra. «Creemos que hay mucha expectativa y que todavía hay mucha inversión pendiente en el sector, la cual, ojalá, se materialice en la próxima exposición», afirmó.
«En este momento la mayoría de los pedidos son en dólares. Ha disminuido el interés por créditos en pesos, ya que la tendencia es volcarse a la financiación en dólares», remarcó González.
En tanto, desde el Banco Nación informaron a este medio que, «durante el 2024, el finan- ciamiento al sector agropecuario representó cerca del 20% del total del crédito en ambas monedas. En dólares, representó el 30%».
El agro se consolidó como el segundo sector más financiado luego de la industria, sin dejar de considerar que este último rubro incluye la manufactura de productos agropecuarios. Respecto al stock de créditos en cartera, el sector agropecuario incrementó su participación en cuatro puntos porcentuales, alcanzando el 24% del total de la cartera comercial a diciembre de 2024 en todas las monedas. En lo referente a los préstamos en dólares, el agro representó el 31% del stock total.
En términos generales, la cartera de préstamos del Banco Nación ganó 8 puntos porcentuales de participación en el mercado durante 2024. Desde la entidad señalaron que el productor agropecuario ha mantenido su interés habitual en asistencia crediticia para capital de trabajo, orientada a la planificación de la campaña, así como en la necesidad de avanzar en la tecnificación de sus procesos mediante la renovación de maquinaria destinada a la producción.
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