En una Argentina sin resultados todavía económicos y en medio de un ajuste, el gobierno necesita también crear alrededor de todos sus seguidores y todos aquellos que están muy atentos al día a día una sensación de orden, una sensación de bienestar y una sensación de el ajuste de todos. Hay un punto final a lo que podrían ser los privilegios de algunos. Dentro de ese contexto, donde algunos son realmente importantes o no, que pueden pasar por el Inadi, pueden pasar por los empleados de AYSA, puede pasar por lo que sucedió en las últimas horas con Telam, puede pasar con la flota de aviones que tiene la Argentina, absolutamente inútiles los del presidente circunstancial que puede utilizar o no. Ayer el presidente, que estaba muy eufórico en un clima muy favorable en Expo Agro, hizo esta denuncia que tiene que ver con algo interno de la quinta presidencial de Olivos.Escuchen.»No, porque en la administración anterior en donde estoy viviendo, se almorzaba y cenaba con champán cristal todos los días. Digo, si vienen a la quinta, no los voy a recibir».Bueno, esto planteó, y por supuesto que tiene que ver con la gestión anterior, la administración que es la de Alberto Fernández y su familia. Se armó todo un escándalo, fue tendencia, aparecieron los precios de esta bebida, que es francesa y que tiene un costo casi de 12 mil pesos una botella. Pero luego, Javier Milei, que muchas veces se apura o utiliza este tipo de argumentos como para calmar ánimos, a la una menos cuarto de la mañana, publicó en Twitter, me dicen que la información acerca del consumo de champán en Olivos en la anterior administración era incorrecta. Disculparse cuando uno se equivoca es lo que corresponde. Se terminó el asunto del champán, por lo menos en estos tiempos.