El 15 de marzo del año 44 a.C. fue asesinado Julio César.A partir de allí, las idus de marzo o los idus de marzo se transformaron en malos augurios.Hasta ese momento, los idus eran buenos augurios. Bueno, hemos jugado con esta idea porque todo hacía parecer, y lo voy a decir, hacía parecer, que había como una tregua del miedo circulando en esta mesa en donde verán a todos los gobernadores.Desde hoy, ¿no? Como en la película El Juego del Miedo.¿Por qué? Porque acá, y bajando a tierra los conceptos, acá hay miedo.Miedo genuino. No, a ver quién tiene más miedo, quién es más temeroso.No. Miedo al desborde social, miedo a que la gente no aguante, miedo a que…Y estoy repartiendo los miedos. Por un lado, miedos que pueden estar en la Casa Rosada, en Olivos, y otro en cada una de las gobernaciones.Que no se componga la economía. Que termine siendo un fracaso el gobierno de Milei.Que no pueda enderezar verdaderamente la inflación. Que no haya reactivación.Miedo de las provincias a no poder pagar los sueldos. Miedo a tener que, como hizo La Rioja, acudir a una cuasimoneda.Entonces, acá había una tregua después del fracaso, después de los enfrentamientos.Aquí tenemos a uno de los gobernadores con los que discutimos mucho, que se plantó inesperadamente y llegó a decir, ojo que corto el combustible.Pasó hace poco, pero hace como un siglo que ocurrió. Acá hay un aprendizaje que me da la sensación, y esto es lo que quiero plantear con estos tres gobernadores a los que les agradezco venir a esta mesa de La Nación más de hora 20, para que podamos ir a fondo.Acá hay una cuestión que están aprendiendo a conocerse, actores fundamentales de la política.Los gobernadores y el presidente. Los gobernadores y este nuevo elenco, que como viene de afuera de la política, no sigue los manuales habituales.Y esto que le contaba Eduardo es cierto. Me decía un gobernador, Pablo no sabemos a qué vamos.No tenemos una pista. No nos han dicho qué quiere el gobierno lograr de esta reunión.Normalmente se hacen las conversaciones preparatorias para que cuando se dan estas cumbres, bueno, se lleguen a acuerdos rápidos.Por algo duró cuatro horas. Pero me da la sensación, y esto es lo que quiero explorar, que del miedo se pasó a la expectativa.Del miedo se pasó a una expectativa un poquito más concreta.De los idus de marzo. Poneme los idus de marzo. Lo que estaba en juego.Ley de bases. Cuidado. Si la ley de bases fracasa, el gobierno se queda sin un instrumento muy importante.Se hace que el presidente tiene la mira puesta en la inflación, en el tipo de cambio, en la actividad económica, en la señal fiscal sobre bajar el gasto, la señal hacia el exterior.Pero esto es trascendente. Esto es trascendente. Esto es poder activar la reforma del Estado en serio y duradera, si se aplica bien.¿Qué más? Dentro de los temores de marzo, de los augurios, el impuesto a las ganancias.¿Clave para quiénes? Para los señores gobernadores. Algo así como 6 mil millones de pesos globales.El juego de la política hizo que se saca, que se pone.Masa lo sacó, hasta el propio presidente, lo votó porque era una rebaja de impuestos, pero los gobernadores tenían la promesa de Masa que lo iba a restituir.Esos juegos se acabaron. Bueno, ahora, el ciudadano estará confundido, pero como no tenemos un presidente que nos dijo que va a bajar los impuestos, ¿cómo van a restituir ganancias? Y sí, ajo y agua, o agua y ajo, hasta que, como les dijo a los gringos del campo en Expo Agro, hasta que se den los pasos necesarios para poder reactivar.Cuando la economía crezca, le tomo la palabra, presidente. Le toman la palabra todos sus votantes.Cuando la economía crezca, usted no va a aumentar el gasto, va a bajar impuestos.Si no, no sería Milei. Si no, no sería coherente con su idea y su promesa de campaña.Impuestos a las ganancias y, por supuesto, el gran augurio sobre la inflación.Alcanza o no alcanza, baja o no baja, sirve o no sirve, ¿es contabilidad creativa o es sustentable? La moneda en el aire.¿Me acompaña? Quiero aprovechar el tiempo. Ya está llegando Gustavo Valdés, el gobernador.Lo sumamos a la mesa, apenas llegue.