El Ejecutivo quiere acelerar la aprobación del decreto. Los K y la oposición más dura quieren rechazarlo.
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Todo el arco opositor, incluido Mauricio Macri, criticó que Javier Milei apruebe un acuerdo con el FMI mediante un DNU. Sin embargo, los bloques todavía están lejos de articular una estrategia para voltearlo, mientras que el oficialismo -confiado- ya envió el texto al Congreso y buscará blindarlo en Diputados.
El kirchnerismo y los otros legisladores más críticos del Ejecutivo también aseguran que apenas se cumpla el plazo de 10 días que estipula la ley para poder llevarlo al recinto pedirán una sesión para tratarlo.
Lo cierto es que para que un DNU pierda vigencia ambas Cámaras lo tienen que rechazar. Mientras tanto, seguirá vigente.
El oficialismo, por su parte, buscará ratificarlo con el aval de Diputados.
La Casa Rosada, que tenía diez días para mandarlo al Congreso, ya lo envió, un gesto que indica que quieren acelerar el trámite.
«Primero tiene que pasar por la Bicameral de Trámite Legislativo», señalaron desde LLA de la Cámara baja. Esa comisión la preside el libertario Juan Carlos Pagotto, quien aún no dio pistas de si convocará ni para cuándo.
Esa Bicameral quedó con una composición desfavorable para el oficialismo. Tal vez no se arriesguen a reunirla y dejen pasar los 10 días para buscar un triunfo directo en el recinto con apoyo de aliados y legisladores que responden a los gobernadores. Hoy los números no están claros porque las bancadas deben primero fijar postura puertas adentro.
«Es un tema que demuestra la debilidad institucional en la que estamos y que no ayuda a generar confianza», criticó Macri este martes desde Expoagro. Sin embargo, el bloque del PRO en Diputados se muestra tendiente a «acompañar» al oficialismo.
«El DNU con el que el presidente Milei se autoriza a sí mismo a endeudarse con el FMI es ilegal, un peligro, un engaño y, además, un error», planteó el senador y presidente de la UCR, Martín Lousteau, uno de los pocos por ahora abiertamente dispuestos a votar en contra del decreto si llega al recinto.
En el Senado -donde el kirchnerismo tiene 34 legisladores- es donde la oposición tiene más chances de conseguir un rechazo. Solo necesitan conquistar tres voluntades más. Con Lousteau y dos más llegarían.
Así lo hicieron con el DNU 70, que igualmente siguió en pie porque Diputados nunca consiguió votarlo.
«El Congreso no puede ser cómplice.
Los que firman estos decretos y los que en el Parlamento los avalan serán los responsables de esta estafa histórica. O frenamos esto ahora, o la República se convierte en una entelequia. Lo que alguna vez fue un sistema de derechos, equilibrio de poderes y representación popular queda reducido a una farsa si se convalida este saqueo», sentenció el senador K, Martín Doñate.
El bloque de UxP del Senado está concentrado en otra batalla: rechazar los pliegos de los jueces de la Corte Suprema designados por decreto, Ariel Lijo y Manuel García Mansilla (Ver página 16).
En Diputados, más allá del kirchnerismo -que hasta denunció por este tema a Milei en la Justicia- hay otros bloques dispuestos a llevar el tema al recinto, incluso a riesgo de perder. «No la tiene fácil el Gobierno», confían y en los próximos días van a trabajar para lograr consensos.
«El Gobierno ahora se apropia de las autorizaciones de deuda. Es un avance inadmisible sobre las facultades del Congreso. No estoy más dispuesto a hacer la vista gorda. No es en contra del acuerdo, es a favor del Congreso», planteó el diputado Nicolás Massot.
Fuerte debate en puerta. Los diputados, listos a discutir el contenido del DNU sobre el acuerdo con el FMI.
