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Emiliano Russo efrusso@eldia.com

El Gobierno tuvo que recurrir a medidas extremas como un canje compulsivo de bonos de entes estatales nominados en moneda extranjera. Sin anclas para la inflación, se endurece la puja distributiva. Cristina y Macri siguen sin dar pistas sobre si “jugarán” o no en las primarias del 13 de agosto
La marcha del 24 que dividió al oficialismo / AFP
Nuevo nubarrones se ciñen sobre la Argentina en la previa al proceso electoral: la inflación tensa las negociaciones salariales con los sindicatos y sigue alimentando el flagelo de la pobreza mientras que la caída en las reservas internacionales obliga a un Gobierno envuelto en una interna sin fin a pesificar los bonos en dólares de organismos públicos en el marco de una medida que, para la oposición, tendría consecuencias imprevisibles.
Es que la desesperada jugada de Sergio Massa de obligar a entes como la Anses a desprenderse de sus tenencias en moneda extranjera, que para Juntos por el Cambio desfinanciará al Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), más temprano que tarde podría ocasionar nuevos episodios de “fuego amigo”. El silencio del kirchnerismo, aliado táctico del ministro de Economía.
Fue otra semana en la que el Banco Central siguió perdiendo reservas internacionales. El temor del mercado por el impacto de la sequía en el ingreso de divisas y a una eventual pérdida de gobernabilidad del oficialismo ante un resultado adverso en las PASO del 13 de agosto no hacen más que sembrar interrogantes sobre el futuro.
El Frente de Todos no ha logrado modelar una propuesta electoral sólida y, por ende, sigue envuelto en una interna que, como admiten en la propia coalición gubernamental, conspira contra la normalización de la economía. Los tironeos llevaron al titular del Palacio de Hacienda a quejarse con Alberto Fernández por supuestas “operaciones” en su contra por parte de funcionarios cercanos al jefe de estado que buscaron, en clave electoral, desgastar su figura.
Empero, el proyecto presidencial de Massa difícilmente se sostenga con una inflación que en marzo podría trepar al 7 por ciento y llegaría al cierre de listas del 24 de junio con cifras interanuales por encima del 100 por ciento. Y el déficit del Estado sigue muy lejos de disminuirse.
Mientras, A. Fernández se pasea en guayabera, a pura sonrisa, en la caribeña Santo Domingo en el marco de la cumbre Iberoamericana y aconseja a los líderes internacionales realizar cambios al sistema financiero internacional.
En el peronismo hay coincidencia que en menos de dos meses el jefe de Estado se bajaría de su aventura reeleccionista con el argumento de la “unidad”. Los números de las encuestas le siguen siendo esquivos pero es cierto que ningún otro postulante, sea Massa o el mismo Daniel Scioli, hoy lo aventaja significamente. Pero el Presidente intenta sacar fruto de su debilidad y no entregar anticipadamente a Cristina el cetro de “gran electora”.
La expresidenta viene de celebrar una suerte se seminario “anti lawfare” (persecución judicial)” en el CCK con la presencia de ex presidentes latinoamericanos y del gobierno de España, como José Luis Rodríguez Zapatero y el exjuez Baltazar Garzón, que incluso presentó un libro para defenderla de la condena por la causa Vialidad.
DÍA DE LA MEMORIA
El kirchnerismo utilizó la conmemoración por el Día de la Memoria para redoblar la presión sobre el jefe de Estado para que así desista en forma urgente de su candidatura, pero también con la intención de enviar un mensaje hacia dentro del justicialismo. Si bien Cristina pareció dar aire al “operativo clamor”, es improbable que vuelva a competir por la primera magistratura en un escenario económico tan desfavorable. Sí podría ir en la boleta de senadores nacionales por la Provincia; es la aspiración a la que, secretamente, se ilusionan en La Cámpora.
En la organización fundada por Máximo Kirchner hay mar de fondo. Hay dirigentes que no coinciden con la supuesta “radicalización” del actual diputado y plantean diferencias. Resultó sugerente el faltazo del saliente secretario general, “Cuervo” Larroque, al plenario del último jueves en Quilmes. Wado de Pedro, en tanto, sigue mostrándose como candidato con la bendición de la expresidenta pero tampoco pudo esquivar críticas internas por haber sido retratado en la Expo Agro con empresarios considerados por la liturgia K como representantes de los “poderes fácticos”.
El poder corrosivo de la inflación produjo chispazos internos en la reunión del Consejo del Salario Mínimo, donde se rubricó una suba del 26% hasta junio, que no conformó a nadie: ni a empresarios ni a sectores sindicales del oficialismo, como las dos CTA y los gremios alineados al cristinismo. Pablo Moyano, de hecho, dio un portazo y no convalidó el acuerdo. Estas divergencias paralizan medidas para aliviar la presión en los bolsillos como, por ejemplo, el pago de sumas fijas. Es probable, con todo, que más cerca de la fecha de votación haya una reedición del “plan platita” que en 2021 le permitió al FDT acortar distancias con la oposición en las elecciones generales.
LOS OTROS ESPACIOS
La incertidumbre del oficialismo moviliza a otros espacios. Los libertarios de Javier Milei celebraron ayer un encuentro en Tigre con “mil dirigentes” que dieron cuenta del “armado nacional” de “La Libertad Avanza”.
También se mueve el peronismo federal que tiene como precandidatos al gobernador cordobes Juan Schiaretti y al ex mandatario salteño Juan Manuel Urtubey. Este espacio busca un entendimiento con el diputado bonaerense Florencio Randazzo. Y comenzó, aún en forma subrepticia, un operativo seducción a sectores del “albertismo residual” de la Provincia.
En Juntos por el Cambio las internas del PRO siguen condicionando todo su andamiaje. En la semana los chispazos para definir los armados provinciales en Salta y Tierra del Fuego fueron la excusa para un nuevo cruce entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
El problema se profundizaría porque en el partido gobernante la elección interna para elegir el candidato que postularía en las PASO no está previsto en el orden nacional y ni siquiera se sabe de la existencia de un padrón de afiliados que en una consulta evitaría la intromisión de dirigentes de otras fuerzas que quisieran influir en una decisión tan importante.
El alcalde porteño es el único postulante que lanzó su precandidatura: la exministra de Seguridad sigue esperando, cada vez con menos paciencia, qué decidirá Mauricio Macri, que gusta tanto de jugar a la “ambigüedad” sobre una eventual candidatura como de mostrarse como un polo de atracción en el PRO. “Va a jugar hasta último momento. Pero no pasa un balotaje”, conjeturó un histórico armador bonaerense del “partido amarillo”.
Con todo, el ex presidente se reunió el viernes con Larreta para destrabar la candidatura única de Jorge Macri en CABA, con la intención que su primo gane volumen político en su enfrentamiento con el radical Martín Lousteau. El otro objetivo del encuentro fue despejar aquellas versiones que dan cuenta que el exmandatario apoyaría a Bullrich en caso de dar un paso al costado.
EN LA UCR
En el radicalismo las diferencias conviven sin tanto alboroto. Gerardo Morales, a quien se asocia con Larreta, promueve el “orden” como base de su campaña en sintonía con el leitmotiv de los “halcones” del PRO. Facundo Manes, en tanto, sigue con sus recorridas por la Provincia, relegando “la discusión por las candidaturas” por un debate de “modelo de país” que permita a Argentina encontrar un sendero de desarrollo, apuesta al largo plazo abocando una posición principista para iniciar el camino de la renovación partidaria. Trata de expresar además una respuesta generalizada en la ciudadanía al internismo de todas sus fuerzas.
Tanto en la oposición como en el oficialismo ahora apuntan al 14 de mayo como puntapié para un eventual ordenamiento del tablero electoral: si bien ese domingo habrá elecciones en varias provincias, como en Tucumán y San Juan, se espera que tanto Cristina como Macri para esa fecha vayan mostrando sus cartas y, de esa manera, den algo de certidumbre a las dos grandes coaliciones.