Mientras el campo se prepara para una de las mejores cosechas, tras dos años de grave sequía, crece el malestar por la alta presión impositiva que el sector sostiene. Se estima que el 65% de lo recaudado en conceptos de exportaciones para ganado, trigo, maíz, soja y sus derivados, se lo lleva el Estado en concepto de tasas tanto provinciales como nacionales.Según un relevamiento llevado a cabo por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), que tomó en cuenta el aumento de los costos de producción, ya que son a valor dólar, más la caída de los precios internacionales como consecuencia de la crisis económica global, y la cantidad de impuestos el agro atraviesa una compleja situación.“De ese 65% que es carga impositiva sobre el productor agropecuario, el 94% corresponden a impuestos nacionales, el 5% a provinciales y el restante 1% a las cargas municipales ”, señala el informe que lleva la firma de la economista en jefe de la institución, Nicolle Pisani Claro . En ese sentido, la experta indicó: “Cuánto de la renta agrícola se va en impuestos. La renta es el resultado de restarle los costos de producir al valor de esa producción que hacemos. Si cae el precio o suben los costos, la renta se achica. Pero el tema es que los impuestos no se reducen en la misma proporción que la renta, es más, casi que no lo hacen. Es por esto que cuando el valor cae o los costos suben, la participación de los impuestos sobre la renta aumenta”.Otro de los puntos en conflicto es que “ dentro de los impuestos nacionales, el 67% no se coparticipan a las provincias , es decir, no vuelven a las regiones que lo produjeron. De aquí se desprende la discusión sobre el federalismo de un esquema en el que la mayor parte de lo recaudado no se reparte a las provincias, en una actividad que por definición es federal y está arraigada a las distintas regiones del país”, explicaron desde el organismo.En cuanto a los productos más afectados por la carga tributaria se encuentran: el trigo que el 83,9% de la renta queda en manos del Estado, en el caso de la soja esa participación escala al 68,4% . Un poco menos el maíz, ya que la presión tributaria asciende al 57,3% de la renta, a la vez que la del girasol se ubica en el 54,1% , señala el informe.El presidente Javier Milei, junto al diputado José Luis Espert en ExpoAgro 2024Respecto a las regiones más perjudicadas por la presión fiscal, de acuerdo al análisis de la FADA, se puede identificar que los productores cordobeses son los más perjudicados con un 64,9% de apropiación de su renta. Mientras que en Buenos Aires es del 61,9%, en Santa Fe del 61,1%, en La Pampa del 62,9%, en Entre Ríos del 65,4% y para San Luis del 59,9%.“Para medirlo, se conjugan los rindes, los impuestos provinciales y locales, y los fletes, que generan efectos diferenciados sobre cada uno de los cultivos. Así como la proporción de cada cultivo en el área sembrada de cada provincia”, detalló Pisani Claro.